No cuesta nada, pero crea mucho.
Enriquece a quienes reciben, sin
empobrecer a quienes dan.
Ocurre en un abrir y cerrar de
ojos , y su recuerdo dura a veces para siempre. Nadie es tan rico que pueda pasarse sin ella, y nadie tan pobre que
no pueda enriquecer por sus beneficios. Crea la felicidad en el
hogar, alienta la buena voluntad en los negocios y es la contraseña
de los amigos.
Es descanso para los fatigados, luz para los decepcionados, sol
para los tristes, y el mejor antídoto contra las preocupaciones.
Pero no puede ser comprada, pedida, prestada o robada, porque es
algo que no rinde beneficio a nadie a menos que sea brindada
espontánea y gratuitamente.
Y si en algún momento de mucho trabajo alguno de nosotros está
demasiado cansado para darle una sonrisa, ¿podemos pedirle que nos
deje usted una sonrisa suya?
Porque nadie necesita tanto una sonrisa como aquel a quien no le
queda ninguna que dar.
Adaptado FRANK
IRVING FLETCHER
Assumpció
Salat i Bertran
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