Os proponemos un espacio de silencio:

Hace falta en la propia vida crear un espacio de silencio para interiorizar, para dejarse interpelar por la realidad. A veces la realidad es tan incomprensible, que necesitamos tiempo para digerirla; y en una sociedad donde todos vamos acelerados para llegar, no sabemos a dónde, hace falta pararse, pensar, reconciliarnos con el silencio y dejar que la palabra sea madurada en él. El silencio es el espacio de las grandes manifestaciones. El Silencio es la fuente que fecunda nuestra vida y nos hace dar frutos y una buena sombra a los que buscan paz y reposo. Por mi propia experiencia, valoro el Silencio y la contemplación como la verdadera fuente de la vida: Me da mucha paz, y en medio de mis preocupaciones mentales me ayuda a no desesperar... De verdad, -continuó diciendo- es para mí el silencio la fuerza y el ánimo que no me puede dar nadie, porque estoy solo/a en este mundo. He descubierto en el silencio que os propongo, una voz amiga que me dice: M.Carmen, no te desanimes, en tu corazón, tienes un tesoro. Es el espacio dónde la vida nos habla silenciosamente al corazón y donde todo se hace nuevo. El silencio es un camino sencillo en el que la libertad nos respira y somos capaces de vivir al aire y al ritmo de la libertad interior.... sentimos gracias a él la vida que nos habita, que nos vive, que nos anima, y nos sostiene. El Silencio es el espacio de la gran armonía, pero también lo es de la gran revolución y de “la anarquía de las formas”, las pautas, las normas... En el silencio, simplemente la vida fluye, y toma la libertad de sugerir, hablar, mostrar, iluminar.... Y nada puede poner límites a su manera de amar, sugerir y conducir. El silencio es, sin dudas, un camino y un espacio de libertad.

Espacio semanal, miércoles de 19 a 20h.

Aportación, 5€

M.Carmen Vázquez